La crisis mundial de los semiconductores afectó directamente a diferentes sectores de la industria y desde entonces ha sido un problema básicamente para todos, varias empresas tuvieron que cambiar los esquemas o incluso paralizar líneas de producción por la escasez de componentes.
Según la Asociación Brasileña de la Industria Eléctrica y Electrónica (Abinee), el 12% de los fabricantes de varios sectores tuvo que parar parte de su producción en julio de 2021 por falta de componentes electrónicos. Este es el registro más alto desde que, en febrero, comenzó la encuesta para monitorear el impacto de la falta de insumos en el mercado brasileño.
En la actualidad, se estima que los semiconductores son el cuarto producto más comercializado del mundo, solo por detrás de los automóviles, el petróleo refinado y el petróleo crudo.
¿Qué causó la crisis de los semiconductores?
Las causas de este problema van desde la guerra comercial entre Estados Unidos y China (factores geopolíticos), pasando por un error de cálculo que llevó a algunos fabricantes a acumular producción al comienzo de la pandemia, hasta la influencia de las condiciones climáticas.
Con el inicio de la pandemia, el cierre de fábricas y la ralentización de la producción que se produjo en 2020, muchos fabricantes de automóviles suspendieron los pedidos de semiconductores utilizados en los vehículos. El home office y la educación a distancia también impulsaron la venta de aparatos electrónicos, como computadoras, celulares y televisores, y, en consecuencia, se reorientó la producción de semiconductores.
Cuando la industria en general aumentó el ritmo de producción, la demanda de los componentes ya era muy alta y, con ello, la demanda de las industrias fue “redireccionada al final de la cola”. El problema es que la industria de los semiconductores no se planifica en semanas, sino en años.
Como factor geopolítico, es importante señalar que a fines de 2020, Estados Unidos incluyó a Semiconductor Manufacturing International (SMIC), el mayor fabricante de chips de China, en una lista que restringe el acceso de las empresas a tecnologías de punta desarrolladas en EE. UU. La empresa alega que la acción le impidió mantener toda su capacidad de producción.
Por si fuera poco, aún en octubre de 2020 hubo un incendio en una fábrica de Asahi Kasei Microsystems (AKM) y en marzo de 2021 otro incendio alcanzó una parte de la planta de Renesas Electronics, que afectó aún más la producción de semiconductores.
La Asociación de la Industria de Semiconductores de China (CSIA) calificó los componentes faltantes como una situación "sin precedentes".
Consecuencias y Perspectivas
La falta de materia prima para la línea de producción es más grave entre las pequeñas empresas. En octubre de 2020, una encuesta reveló que el 70% en este segmento se vio afectado por la falta de insumos, frente al 66% en los grandes. El porcentaje de empresas más pequeñas que dicen enfrentarse a muchas dificultades es mayor, alcanzando el 28% entre las pequeñas empresas y el 27% entre las medianas empresas.
Para tratar de reducir los impactos de la crisis, las empresas han realizado inversiones para adaptar las líneas de producción, pero el proceso es lento y costoso. La salida es adaptar la producción y revisar el calendario por la subida de precios y la falta de componentes.
Las expectativas iniciales para 2020 eran de signos de normalización aún en 2021, sin embargo, la previsión de capacidad de producción para este año no cubre la demanda y no hay perspectivas de mejora antes de la segunda mitad de 2022.
Fuente: https://effortech.com.br
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